De piscolas, guateros y joyas del cine
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De vez en cuando pasa que una película la rompe y te empiezan a llegar comentarios de colegas, amigos, primas y del suegro con tiempo para ver Netflix. Eso me ha estado pasando con Otra Ronda, la película danesa, ambientada en un colegio, que es la última joya que estrenó el servicio de streaming durante 2021. Si me ha pasado a mí que soy periodista, con mayor razón te debe estar pasando a ti, a tus colegas y a toda la comunidad que trabaja en el área de la educación. ¿Por qué? Porque es de esas películas de culto ambientadas en un colegio como La Sociedad de los Poetas Muertos (1989) o la francesa Entre les murs (2008).
No sabía nada de esta película, pero tanto comentario me obligó a buscar más información y bueno, ¡era el colmo que no supiera nada! Ganó el oscar a mejor película extranjera de 2020, misma categoría en la que ganó en los BAFTA, fue parte de la selección oficial de Cannes y por supuesto arrasó con los premios en Dinamarca.
La reseña: Cuatro profesores, un tanto deprimidos y desencantados de sus trabajos, deciden dar vida a una teoría del psiquiatra y escritor Finn Skårderud, quien habría señalado que los seres humanos tenemos un déficit de alcohol en la sangre y que para desenvolvernos con naturalidad y fluidez se requiere de forma permanente un 0.05% de alcohol en nuestro organismo. Es decir, con una copita de vino seríamos la mejor versión de nosotros mismos.
Esto es genial, pensé. No la teoría, sino la idea de hacer una película con ella. Así que un martes en la noche, solo y un poco nostálgico, rellené un guatero (todavía hacía frío), me hice una piscola y le puse play a Netflix.
¡Qué película! Me hizo pasar por todo: Risas, llanto, reflexiones, otra piscola. Terminé melancólico y con ganas de bailar al mismo tiempo. Es más que una película, la verdad. Es una experiencia en la que te quedas inmerso un buen rato.
Eso hizo que buscara más información y encontré algunos datos relevantes. El primero es que la teoría no existe, no es más que una parte del prólogo que Skårderud escribió para la edición noruega del libro “Los Efectos psicológicos del vino”, del italiano Edmondo de Amicis. Ahí hace referencias a cierta lucidez que da el alcohol, pero en ningún caso propone que el alcohol te transformará en tu mejor versión. Él mismo ha tenido que salir a aclarar esta situación luego del éxito de la película. Así que por favor no intentes replicar el experimento en tu colegio.
Otro dato interesante y dramático es que el director de la película Thomas Vinterberg sufrió la muerte de su hija justo antes de comenzar el rodaje. Ida, así se llamaba, iba a participar en la producción y de hecho había aportado con ideas en el guión. Algunos de sus amigos aparecen en la película como alumnos del instituto. Murió en un accidente automovilístico y su padre la homenajeó en la ceremonia de entrega de los Premios Oscar.
Ya con dos piscolas en el cuerpo de verdad empecé a sentir que la teoría de Skårderud era cierta, porque había escrito un newsletter que me parecía una obra digna del Pulitzer. Pero el entusiasmo se me acabó a la mañana siguiente cuando le di una releída, mientras saboreaba un paracetamol con gatorade. Al llegar esa mañana a Pulso les hablé de la película y sólo dos de nuestras mentes maestras la habían visto. Tito, la tercera mente maestra, no lo había hecho, pero sí me recordó algo interesante y es que usando nuestra plataforma Pulso puedes detectar cuando el consumo de alcohol y drogas está afectando a un colegio preguntándole a la comunidad.
Si quieres entender cómo funciona y cómo se usa, dejamos disponible nuestra Encuesta Pulso Esencial totalmente gratuita en el sitio. Por favor implementa la encuesta sin alcohol en la sangre y luego dale dos horitas a esta joya del cine que nos parece imprescindible, sobre todo si trabajas en un colegio.